Un Miércoles en la plaza del pueblo aparece un hombre de su furgoneta saca una gran cesta con barras de pan, en concreto 100, y las regala a cualquiera que quiera.
Al principio la gente que se acercaba no se fiaban.
¿Por qué alguien iba a regalar barras de pan?
Seguro que están muy malas
Pero una persona cogió una barra y la probo, estaba realmente muy buena , buen sabor y crujiente, en su punto.
Empezó a correr la voz que un panadero se ponía todos los Miércoles en la plaza del pueblo y regalaba 100 barras de pan, la gente empezó a hacer cola.
Hubo gente que se ofrecieron a pagar la barra de pan, pero el panadero se negó, las barras de pan son gratuitas.
Otra persona comento que podía poner un caja y si alguien quería podia dejar dinero, seguiría siendo gratis pero si alguien quería agradecerle la barra de pan podía hacerlo. El panadero se negó, sus barras de pan son gratuitas y no quería dinero.
La gente no entendía como un panadero podía regalar barras de pan si el resto de panaderos cobraba por ello, ademas son barras de pan de buena calidad, no tenia nada que envidiar al resto de panadería de los alrededores.
Un día cuando el panadero había repartido sus 100 barras de pan se acerco un vecino del pueblo a la plaza para preguntarle al panadero.
-Buenas, le puedo hacer una pregunta ¿Donde tiene su panadería?- pregunto el vecino porque había probado su pan y quería ir a su panadería a comprar mas.
-No tengo panadería, no soy panadero yo tengo otro trabajo- le respondió mientra seguía recogiendo.
-¿Cómo?- volvió a preguntr el vecino con cara de sorpresa - Viene todos los Miércoles y regala 100 barras de pan ¿Por qué lo hace?-
-Muy sencillo, me encanta hacer pan es mi hobby, disfruto haciéndolo y creo que lo suyo es regalarlo a la gente- dijo el panadero muy convencido.
-Pero...hacer pan cuesta dinero, tienes la harina y el resto de ingredientes, eso tiene un coste, hay que sumar que necesitas un horno porque son 100 barras - el vecino cada vez estaba mas extrañado, no lo entendía.
-Realmente no cuesta tanto, tengo un conocido que me deja los ingredientes a buen precio, respecto al horno conseguí uno de segunda mano a buen precio, ademas estoy ahorrando para comprar uno de mejor calidad- decía el panadero mientras seguía recogiendo.
-Pero ese horno gasta mucha electricidad, ademas el tiempo que requiere hacer tantas barras de pan, seguro que se levanta muy temprano, ademas si tiene otro trabajo ¿Como lo hace?- el vecino seguía sin entenderlo.
-Me levanto muy temprano, a eso de las 3:30 para prepararlo todo, la electricidad si es verdad que el horno consume, pero lo hago con mucho placer, disfruto mucho haciendo pan. Respecto mi trabajo, me lo organizo para que los Miércoles tenga libertad, es verdad que el resto de la semana tengo que hacer un poco mas de trabajo para compensarlo, no me importa porque disfruto mucho haciendo pan- el panadero lo decía todo con una sonrisa en la cara.
-Pues le felicito, el pan es muy bueno, ¿Cuánto tiempo has tardado en aprender?- al vecino le encantaba el pan.
-Pues bastante tiempo, he tenido que aprender solo, preguntando a panaderos que conozco y probando mucho- el panadero se quedo pensando.- Por lo menos un año en conseguir esta calidad en el pan.
-Ya se que varios le han dicho de pagar por el pan y ha dicho que es gratis, pero ¿No le interesa pues cobrar o montar una panadería o por lo menos para cubrir los gastos?- el vecino pagaría por ese pan tan bueno.
-Realmente no me interesa, disfruto mucho haciendo el pan y me gusta como la gente lo disfruta comiendo, ademas aunque vendieras las 100 barras de pan, no sería rentable . Ya tengo un trabajo y tengo suficiente.- Con esto finalizaba de recoger.
El vecino y el panadero se despidieron amablemente y cada uno siguió su recorrido.
En el pueblo no entendían como ese panadero daba las barras gratis, cuando la gente estaba dispuesta a pagar por lo bueno que era su pan, ni por lo menos para cubrir los costes. Como cada vez había mas gente que iba los Miércoles a la plaza para obtener su barra de pan, el panadero empezó a llevar 150 barras de pan, parece que había comprado una horno mejor, y todo seguía siendo gratis.
Nadie lo entendió y los vecinos creían que estaba loco, por eso empezaron a llamarle el panadero loco.
Todos los Miércoles un podcaster deja un episodio de su podcast en las principales plataformas, después en sus redes sociales lo anuncia, así cada Miércoles de cada semana.
Este podcaster siempre ha querido tener un podcast, empezó como oyente y le encantaba este formato.
Un día decidió que tenía que crear el suyo propio, se compro un micro y mesa de mezcla que le recomendaron, aprendió a grabar y editar audio, esto le costo un poco porque no sabia nada de ese ámbito.
Todas las noches cuando volvía del trabajo le dedicaba un rato para aprender, cuando paso un tiempo y ya tenia el suficiente conocimiento como cierta confianza, empezó a grabar varios episodio pilotos de un podcast cuya temática llevaba un tiempo preparándola.
Al poco tiempo lanzo su podcast, poco a poco empezó a tener oyentes, consiguió 100 oyentes que todos los Miércoles esperaban un nuevo episodio, incluso llego a 150. Los oyentes estaban encantados y recibía mucho feedback positivo.
Ya tenia su rutina, empezaba la semana creando el guión con la temática escogida, algunas veces buscaba algún invitado, proponerle participar y buscar una fecha, otras veces lo hacia solo. El martes ya tenia el guión y lo revisaba, el Miércoles lo grababa, editaba, publicaba y hacia promoción por las redes sociales.
Un día pensó que podía mejorar el formato, incluyendo vídeo, necesitaba mejorar un poco su equipo con webcam o cámara y algún componente para el ordenador. Ese gasto no es muy alto pero es un dinero, pensó que podía poner un enlace para donaciones y que los oyentes pudieran ayudarle un poco, pero nadie donaba, aunque los oyentes seguían subiendo y seguía recibiendo feedback positivo.
Se le ocurrió otra idea de hacer una serie de episodios premium de pago a un precio bajo de 2€ el episodio, solo quería un poco de ayuda para ese gasto.
Esos episodio tendrían un contenido mas trabajado y elaborado que requería mas tiempo de preparación, el podcaster pensó que si pagaban tenia que aumentar la calidad de esos episodios.
Pero entonces varios de sus oyentes se quejaron por ese contenido de pago, que porque iban a pagar por un podcast cuando hay muchísimos que son gratis y muy buenos. El podcaster explico que solo quería algo de ayuda para la inversión de la webcam para grabar vídeo y que esos episodios premium le dedicaba mas tiempo.
Esos oyentes le respondían que eso es una locura que se había vendido a los podcast comerciales y el podcasting es algo amateur.
Al final era un podcaster loco.
MORALEJA: La diferencia entre el panadero y el podcaster, es que el primero se considera una profesión y es normal que cobre por su producto, el pan, es raro que alguien lo haga gratis. El segundo es un hobby para muchos y no una profesión, por ese motivo no se debe pagar por ello, porque si es tu hobby disfrutas haciendolo ¿Para qué quieres un rendimiento ecónomico?
Espero que un día, ser podcaster sea una profesión y la gente no se sorprenda.
Si quieres leer mis otras newsletter
Aviones de Papel Newsletter sobre Telegram
Aprendiendo Linux Una noticia, una aplicación, un recurso y una reflexión , todo sobre GNU/Linux.
Entrevista en Diferido entrevistas del canal de Telegram Entrevista en Diferido en formato newsletter